Desde el 1 de mayo hasta el 7 de septiembre de 2025 , los visitantes el Museo Británico pueden disfrutar de una exposición sin precedentes: «Hiroshige: Artista del Camino Abierto» dedicada exclusivamente a Utagawa Hiroshige (1797-1858), uno de los artistas japoneses más admirados.
Esta es la primera exposición sobre la ingente obra de Hiroshige en el Museo Británico y ha sido realizada empleado todos los medios que uno de los los mejores museos del mundo puede utilizar para ofrecer un retrato visualmente impactante de un país al borde de una transformación profunda, cuya esencia fue capturada por la visión artística de Hiroshige. En ella podemos descubrir tanto la belleza natural de sus paisajes como los vibrantes placeres de la vida urbana. Hiroshige nació en una época turbulenta de la historia de Japón, y se consagró como uno de los artistas más perspicaces, prolíficos y populares del país.
En un momento en que Japón-aislado durante siglos- se enfrentaba a la inminente invasión del mundo exterior, la serena visión artística de Hiroshige logró conectar y tranquilizar a personas de todas las clases sociales. Su obra abarca desde figuras de moda y animadas escenas urbanas en las que captura numerosos aspectos de la vida social, hasta paisajes remotos que reflejan el creciente interés por los viajes a lo largo del país, e impresionantes grabados de aves y flores con poemas caligrafiados que revelan una gran sensibilidad poética hacia la naturaleza.
Hiroshige retrató su mundo, a veces tal como lo veía, pero a menudo tal como lo imaginaba. Dotado de notables habilidades técnicas, tanto de dibujante como de pintor, sentía una profunda empatía por personas de todos los ámbitos de la vida. A diferencia de la mayoría de los artistas dedicados a los grabados ukiyo-e de su tiempo que provenían de las clases populares, Hiroshige pertenecía a una familia samurái, sin embargo fue capaz de superar las barreras sociales para representar las costumbres populares y la vida cotidiana de la mayoría de los japoneses de su época, por lo que su obra resultaba accesible para todos; más allá de sus célebres grabados, también diseñó cientos de abanicos desechables.
La muestra del Británico, además de explorar la increíble obra de Hiroshige, también analiza su legado global, abarcando desde el período Edo de Japón (1615-1868) hasta la influencia que ejerció en artistas como Vincent van Gogh y contemporáneos como Julian Opie.
Contemplar esta rica colección de grabados, dibujos, libros ilustrados y pinturas, que además de la propia colección del Museo Británico, cuenta con la obra de Hiroshige recopilada durante años por destacado coleccionista estadounidense, Alan Medaugh, y otros préstamos significativos, escuchar el canto de los pájaros en la sala dedicada a los grabados sobre naturaleza, poder leer las cartelas elaboradas con tanta erudición como claridad para que no perderse ni un detalle o embelesarse descubriendo las escenas de cada grabado, hacen que todo un día parezca poco tiempo para dedicar a esta exposición.