Entre 1807 y 1888 se editaron en Japón un tipo de libros denominados gōkan (合巻), ilustrados únicamente con imágenes, a los que podríamos denominar como antecedentes de los mangas actuales. Estos libros tenían todo el mismo tamaño, 116 mm por 178 mm y muy pocas páginas, alrededor de 20 por libro, con dos páginas en color, la portada y la contraportada y las demás en blanco y negro. Cada novela tipo gōkan tenía asociados una gran cantidad de libritos, normalmente dos por capítulo (similar a los libros de fascículos de hoy).
Uno de los más conocidos gōkan es sin duda el Genji rústico “Nise Murasaki inaka Genji” (偐紫田舎源氏); una parodia literaria de la famosa historia de Genji de Murasaki Shikibu; que se desarrolla en el período Edo tardío, escrita por Ryūtei Tanehiko (柳亭種彦) (1783–1842) e ilustrada por Utagawa Kunisada. La historia fue escrita a lo largo de diez años y publicada entre 1829 y 1842 por el editor Senkakudō. A pesar de que se habían proyectado más capítulos la obra fue suspendida legalmente en el capítulo 38, por la reforma de la era Tenpō de Tadakuni Mizuno.
La disposición de la reforma del año 13 de la era Tenpō prohibió el dibujo personajes históricos y el dibujo en novelas, o libros ilustrados, de personajes que se asemejaran a personas reales, como los actores del kabuki, También prohibía el dibujo de modales y costumbres extravagantes. Inmediatamente después de publicada la ley se agotaron todos los ejemplares del Nise Murasaki inaka Genji. Se rumoreaba que el personaje principal representaba al Shogun Ienari , cuya vida aparecía totalmente ridiculizada. Como consecuencia de ello el autor, Ryutei fue apresado por considerar que su novela alteraba los modales y las costumbres. Ryuutei Tanehiko falleció en 1844 (presumiblemente) como resultado de su encarcelamiento.
Se da la circunstancia de que la primera novela de Genji alcanzó su gran popularidad gracias al libro gōkan de Tanehiko , considerado el libro más vendido de este género, debido a este estilo literario popular que fusionaba imagen con texto. Sus coloridas portadas y sus ilustraciones en blanco y negro también impulsaron su éxito y lo ayudaron a convertirse en el primer libro japonés en vender más de diez mil ejemplares. También se debieron a él la gran cantidad de grabados ukiyo-e que se publicaron, en el siglo XIX, sobre los distintos capítulos de la novela.
Ryuutei Tanehiko cambia el marco temporal del periodo Heian (794 -1185) por el final del periodo Muomachi (1336 – 1573) en el que sitúa al personaje Ashikaga Mitsuuji, segundo hijo de Ashikaga Yoshimasa, que parodia al príncipe Genji, y se centra en sus extravagantes aventuras para recuperar una espada, un espejo y un poema robados, de los que depende la seguridad del reino. Así mismo reemplaza la poesía waka que aparecía en la novela de Murasaki Shikibu por poemas haiku, que estaban de moda en esa época.
Entre los grabados sobre el Genji rústico “Nise Murasaki inaka Genji” de la Colección Bujalance que se muestran aquí, se puede observar, como curiosidad, el que aparece en el volumen 21, en el que se puede ver a un señor ataviado con una mascarilla asimilar a la que hemos utilizado estos últimos años por la pandemia.