En medio de Asakusa, un barrio tradicional de Tokio. En la avenida Nakamise, una de las calles más antiguas de Japón, (que te permite contemplar el ambiente de un centro urbano del periodo Edo, y en la que es posible comprar, desde zuecos japoneses o muñecas, hasta bolsos, objetos de papiroflexia o kimonos), justo en la esquina que conduce al Templo Sensoji Nakamise, se encuentra un pequeño comercio llamado Sakai Kokodo Yamafuji, especializado en grabados ukiyo-e, en la que es fácil encontrar copias de grandes obras, postales y souvenirs con estampaciones de imágenes de ukiyo-e. Tiene un aspecto parecido al de las otras tiendas de recuerdos instaladas en ese callejón
El propietario de la tienda no es un dependiente al uso, ni un aficionado a la pintura, sino un auténtico experto en grabados ukiyo-e que ha manejado todo tipo de series y colecciones de grabados.
El dueño de la tienda se llama Tatsuma Sakai y se ocupa, con su esposa Naoko, de administrar las dos tiendas que tienen en Asakusa. Su segundo hijo, Koji Sakai, está en la ciudad de Matsumoto, administrando el museo ukiyo-e de la familia. Sus hermanos, Ganko y Kunio, se ocupan de la Galería Sakai Kokodo en Yurakucho.
La familia Sakai
En la última década de 1700, la familia Sakai comenzó a coleccionar grabados ukiyo-e. Desde entonces, las diferentes generaciones han ido ampliando la colección. Yoshiaki Sakai (1776-1842) que llegó a ser el segundo comerciante más rico de Matsumoto, fue también un gran mecenas del arte apoyando a artistas de ukiyo-e.
La relación de la familia con los ukiyo-e, se confirmó definitivamente cuando, a mediados del siglo XIX, el antepasado Yoshitaka Sakai fue pintado por Hiroshige en el retrato llamado Hyaku-nin Isshu Shousei Shou y otro miembro de la familia Sekai, Shoukiti Sakai (1878-1942) fundó «Ukiyo-e» un periódico académico sobre ukiyo-e y se dedicó a la investigación científica de los ukiyo-e.
A lo largo de los años, la colección de grabados de la familia Sekai ha ido crecido hasta superar los 100.000 ejemplares e incluir, no solo grabados antiguos, sino también muchos grabados contemporáneos de artistas japoneses. No en vano, es considerada la mayor colección del mundo de esta forma de arte.
La colección se encuentra albergada en “El Museo Ukiyo-e de Japón” (JUM), de Matsumoto fundado por Toukichi Sakai (1915-1993) en 1982, con la colaboración de sus hermanos, Teisuke y Senzaburou.
El edificio principal del museo, una obra arquitectónica espectacular semejante a una gran escultura, fue diseñado por el prestigioso arquitecto japones Shinohara Kazuo (1925-2006). Y ampliado en 1995 por el arquitecto Haba Kuniharu.
El museo, además de diferentes salas de exposición donde se exhiben las obras que van rotando periódicamente para facilitar su conservación, cuenta con una sala de proyecciones en la que se puede contemplar la película que detalla la historia de Ukiyo-e y una tienda de regalos, similar a la que tienen en Tokio. Ejemplares de esta colección también se han exhibido en Europa, América del Norte, Oriente medio, Sudamérica y el Este de Asia.
Al entrar en la pequeña tienda Sakai Kokodo Yamafuji, para comprar, por ejemplo, una postal con la imagen de la ola de Hokusai, nadie imaginaría que está hablando con el mayor coleccionista de arte ukiyo-e del mundo.