La palabra japonesa «kuchi-e» se traduce literalmente como «imagen de la boca» y, de una manera descriptiva típica de muchos términos japoneses, se refiere a los ukiyo-e que se insertaban como primera página (es decir, la «boca») de revistas y novelas literarias durante los últimos años de la era Meiji de Japón.
Lo más sorprendente de los grabados «kuchi-e» es la impresión extraordinariamente refinada que presentan. Al ser elaborados en una época en que las técnicas y habilidades de impresión de bloques de madera habían experimentado un gran avance, como el uso de «gauffrage», «extensas sombras de “bokashi», «bruñido», pigmentos metálicos y tallas minuciosamente detalladas, estos grabados incorporan algunas de estas nuevas técnicas para lograr una calidad impresionante.
Su elaboración: dibujo, pintura, grabado, tallado e impresión exigían un tiempo considerable. De hecho, la mayoría se realizaron con estándares tan altos que se dice que cada uno de ellos costaba casi la mitad de la producción de toda la revista o del libro. Sin embargo, a pesar de su elevado precio, eran muy demandados.
Aunque el «kuchi-e» de algunos libros o revistas era de un tamaño similar a ellos, de forma que no requerían ser plegados, la mayoría de estos kuchi-e se imprimían de bloques de madera de tamaño (22 x 30 cm) que se insertaban con distintos «pliegues» en los libros, normalmente dos pliegues.
Aunque desde 1890 habían ido apareciendo de forma esporádica los grabados «kuchi-e» en algunas revistas o novelas, comenzaron a aparecer de forma periódica insertados en la prestigiosa revista literaria «Bungei Kurabu», durante el período de 1895 a 1914, casi 20 años, en los que esta revista literaria produjo más de 230 diseños, entre los que se encuentran bellísimos ejemplos de kuchi-e.