La ola de Hokusai: la obra de arte más famosa

Hace pocos días hemos podido leer que el ukiyo-e de la famosa ola de Hokusai, titulado Kanagawa oki nami ura había sido subastado el 21 de marzo en la galería Christie de Nueva York, alcanzando la astronómica cifra 2.760.000 dólares.    

Precisamente, hace dos años escribimos un artículo en este blog sobre “El valor de las obras maestras ukiyo-e” donde, para comprobar la revalorización de los grabados japoneses ukiyo-e, poníamos de ejemplo la ola de Hokusai. Decíamos que el 25 de Abril 2017, también en la sala Christie’s de Nueva York, se pagaron 943.500 dólares por otro ejemplar de ese mismo grabado. Tres años después, el 22 de septiembre de 2020, la misma sala subastó un nuevo ejemplar de la famosa ola, entre otros grabados de ukiyo-e.  La sala estimaba su precio entre 150.000 y 250.000 dólares, pero se vendió por 1.100.000 dólares.

K. Hokusai Kanagawa oki nami ura. De la serie «Treinta y seis vistas del monte Fuji». 1831

En el catálogo de la sala Chistie, el Dr. Matthi Forrer, Senior Researcher Japan Collections,  del Museo Nacional de Etnología Leiden en Holanda, aseguraba  que aunque muchas personas en este mundo están familiarizadas con ‘La gran ola’, ya sea en el original o en cualquier adaptación, reelaborada o incluso en alguna forma reconfigurada, pocas personas saben que ésta fue originalmente una obra del artista japonés Katsushika Hokusai (1760-1849), realizada en formato de xilografía con las modestas medidas de 265 x 390 milímetros.

“Sin embargo, decía, esta imagen absolutamente icónica continúa inspirando a artistas y diseñadores de todo el mundo, y ahora aparece en camisas, suéteres, bufandas, zapatos, bolsos, vasos, esferas de relojes, papel, tapices, e incluso, de forma bastante irrespetuosa, en alfombras”.  

Si nos fijamos en otro ámbito, el de las visitas en internet, y elegimos las obras de arte más conocidas y admiradas o los personajes más reconocidos, podemos comprobar que La joven de la perla de Vermeer cuenta con 1.450.000 visitas en Google; los Girasoles de Van Gogh, 5.530.000, El Guernica de Picasso 12.500.000, Snoopy, 73.700.000. La Mona Lisa les gana a todos con 129.000.000 de visitas, pero, aun así, la Gran Ola pulveriza todos los records con más de mil millones, exactamente en este momento: 1.040.000.000 de visitas, lo que lo convierte en la obra de arte más famosa de nuestra época.

Este grabado es la obra más conocida de Hokusai y la primera de su famosa serie llamada «Treinta y seis vistas del monte Fuji» Fugaku sanjūrokkei (富嶽三十六景) que Hokusai realizó en 1831. En su diseño, el artista captura un mero segundo en el transcurrir de una ola, con el sagrado Monte Fuji, que se puede contemplar en el horizonte como reposando en el lecho del agua.  

Durante la etapa de composición de la obra, Hokusai se encontraba en un momento de muchas dificultades. Ya era sexagenario en 1826 y tenía serios problemas económicos. En 1827 tuvo un fuerte problema de salud, al año siguiente falleció su esposa y en 1829 tuvo que rescatar a su nieto de problemas económicos, lo que le llevó a la pobreza y esta situación continuó mientras trabajaba en la serie de treinta seis grabados con vistas del monte Fuji. El éxito de la serie cambió completamente su posición.

Fue tal su éxito nada más salir al mercado que se continuaron haciendo copias hasta que las planchas mostraron un desgaste importante. Se calcula que de las planchas originales se hicieran alrededor de unos 5.000 grabados.

Dado que muchas reproducciones se han perdido a lo largo de la historia por guerras, temblores, incendios y demás desastres naturales, existen pocas copias con un buen estado de conservación.

El impacto de la ola

Como dice el Dr. Matthi Forrer.“El impacto de la ola se debe sin ninguna duda a la fuerza que le imprime el dibujo de bandas en dos tonos de azul, con una poderosa cresta que termina en numerosas garras recortadas sobre un azul claro. En medio de las olas se encuentran tres barcos llamados oshiokuri. Estos barcos en su ruta a la península de Izu en la provincia de Awa, ahora prefectura de Chiba, para recoger cargamentos de pescado y verduras, con destino a Edo; se encuentran prácticamente tragados por la monstruosa boca de agua. Los remeros de los barcos, obsesionados con la prisa y el esfuerzo por salir del sunami, llevan la cabeza baja concentrada en las turbulentas aguas, sin prestar atención al monte Fuji, en la distancia, que es el motivo principal del grabado.  

Hay que destacar que este grabado, que pertenece a una de las impresiones más tempranas, es uno de los mejor conservados. No se aprecian signos de roturas en el cartucho del título que se pueden ver en la mayoría de las copias de esta impresión. De hecho, se considera una de las mejores veinte impresiones que se conservan en la actualidad”.

Existen varias copias de este ukiyo-e: en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York,  el Museo Británico en Londres,  la colección de Claude Monet en Giverny (Francia), la Galería Sackler, el Museo Guimet y la Biblioteca Nacional de Francia. También algunas colecciones privadas,  como la colección Gale, en los Estados Unidos, cuentan con el famoso grabado.

Fueron los grandes coleccionistas privados del siglo XIX los que dieron lugar al nacimiento de colecciones de grabados ukiyo-e en los museos. La copia que se encuentra en el Museo Metropolitano, por ejemplo, se encontraba en la colección de Henry Osborne Havemeyer y fue donado al museo por la señora Havemeyer en 1929. Del mismo modo, el ejemplar de la Biblioteca Nacional de Francia fue adquirido en 1888 de la colección de Samuel Bing. Así mismo, la copia del Museo Guimet, proviene del legado que realizó Raymond Koechlin en 1932.

Actor Nakamura Shikan como Inuta Kpbungo Shunbaisai (1837) Hokuei activo (1824-1837) Editor: Hon-ya Seishichi (Colección Bujalance)

El Dr. Matthi Forrer de Chistie,  hace un estudio sobre la influencia de esta obra en los pintores japones del ukiyo-e posteriores y menciona al díptico compuesto por Shunkosai Hokuei, inspirado en una obra de kabuki representada en noviembre de 1833 en el teatro Naka de Osaka, en el que se ve al actor Arashi Rikan II luchando contra un mar de olas claramente inspiradas en Hokusai. También se refiere  a otros artistas del ukiyo-e que representan olas de crestas espumosas en forma de garras como los grabados de Utagawa Kuniyoshi (1798-1861),  y diferentes composiciones de trípticos y grabados de Utagawa Hiroshige (1797-1858).

Aquí presentamos dos ejemplo  de esta influencia en otra obra de Hokuei y en un obra de Yoshitora, discípulo de Kuniyoshi que se encuentran en la Colección Bujalance.

Parte central de tríptico con la derrota de la invasión mongola (1863). Utagawa Yoshitora  (activo 1840-1880). Editor: Fujiokaya Keijiro (Colección Bujalance)