Hace unas semana Netflix estrenó la serie “La Edad de Oro de los samuráis” que desarrolla con gran rigor histórico la unificación de japón realizada por Toyotomi Hideyoshi, en el periodo Sengoku del siglo XVI. Lo logró después de someter en encarnizadas batallas a los otros daimios que gobernaba en régimen feudal distintas partes de Japón. (lo que recrea la serie sin escatimar en sangre y violencia).
La figura legendaria de Hideyoshi se difundió dos siglos más tarde, en el siglo XVIII, cuando el editor Gyokueido publicó una biografía, ilustrada por el artista Okada Gyokusan, en la que describía sus batallas, titulada “Ehon Taikoki”, (Las crónicas ilustradas del regente), publicada de 1797 a 1802, que dio lugar a representaciones teatrales, tanto en teatro de kabuki como en jōruri (un tipo de narración cantada con acompañamiento de shamisen, (instrumento musical japonés de tres cuerdas) que se representa normalmente en el teatro Bunraku, (teatro de marionetas tradicional japonés).
A principios del siglo XIX, los editores y artistas del ukiyo-e y de los libros ilustrados siguieron aprovechando la popularidad del Ehon Taikōki para representar al legendario señor de guerra en todo tipo de situaciones, algunas de ellas consideradas poco respetuosas . Las gobernantes trataron de evitar que se hiciera lo mismo con Tokugawa Ienari , el shogun del momento, convirtiendo su vida en un espectáculo popular y dictaron ferreas leyes de censura.
Por ese motivo, a principios del verano de 1804, los artistas Kitagawa Utamaro (1753–1806), Kitagawa Tsukimaro (1794–1836), Utagawa Toyokuni (1769–1825), Katsukawa Shuntei (1770–1820) y Katsukawa Shun’ei (1762– 1819), además del escritor Jippensha Ikku (1765–1831) y sus editores fueron castigados por representar al señor de la guerra del siglo XVI Toyotomi Hideyoshi en grabados comerciales. Esta censura estuvo vigente hasta mediados del siglo XIX.
Una nueva biografía de Hideyoshi en 90 libros Ehon
Entre 1857 y 1884 se publica una nueva una biografía de ficción de Toyotomi Hideyoshi en libros ehon, que refleja fundamentalmente el mundo de los samuráis, las armas y las batallas de la época de Hideyosi. Una serie de 90 libros clasificados en nueve volúmenes (diez libros por volumen) ilustrados con unas 600 imágenes. Los grabados de los 50 primeros libros fueron realizados por el magnífico Utagawa Kuniyoshi y son considerados una de las mejores series de libros ehon de este artista. Los cuarenta últimos fueron ilustrados por Matsukawa Hanzan. Las primeras imágenes de cada volumen están muy elaboradas y coloreadas en dos tintas
Utagawa Kuniyoshi nació en Edo (el Tokio actual) en 1797. Era hijo de un tintorero de seda llamado Yanagiya Kichiemon. Al nacer recibió el nombre de Yoshisaburô. A los 14 años, en 1811, entró en la Escuela Utagawa de artistas ukiyo-e , dirigida por Utagawa Toyokuni I (1769 – 1825). Fue Toyokuni quien le dio a Yoshisaburô el nombre de Utagawa Kuniyoshi; una combinación de los nombres de ambos.
Tres años después, en 1814, Kuniyoshi terminó su aprendizaje y se estableció como artista independiente. Inicialmente, produjo grabados representando a actores del kabuki, similares a los que hacía su maestro, pero no fue hasta 1827, cuando realizó los seis primeros diseños de la serie de los 108 héroes de los Suikoden, cuando alcanzó la fama. Esa serie de ukiyo-e estaba basada en una novela china del siglo 14 sobre las aventuras de una banda de 108 bandidos y rebeldes honorables, que había logrado una gran popularidad.
Burlando la censura
Durante las reformas Tempō, de 1841 a 1843, se dictaron nuevas leyes de censura que prohibian oficialmente la ilustraciones de cortesanas y actores del kabuki, por lo que Kuniyoshi se dedicó a producir caricaturas (giga-e), en las que los fans de los actores podían reconocer a sus ídolos por muy disfrazados que aparecieran.
Durante la década que siguió a las reformas, Kuniyoshi creó también impresionantes paisajes (fūkeiga), que estaban fuera de la censura y satisfacían el aumento de popularidad de los viajes por distintas rutas
En sus obras destaca la incorporación del uso de las sombras y de las perspectivas occidentales. Esos elementos de estilo europeo que incorporó a sus paisajes, le hicieron muy popular. También durante esa época, creó obras sobre la naturaleza, los animales, aves y peces, en los que mezclaba la tradición japonesa y la pintura china. Los animales que aparecen en sus pinturas tienen el poder de dar la impresión de que van a comenzar a moverse. El artista amaba especialmente a los gatos. Uno de sus alumnos recordó que siempre había una docena de gatos en su casa. Se pueden encontrar gatos en algunas de sus pinturas, a veces escondidos en un rincón de la casa.
En 1856, Kuniyoshi sufrió un derrame cerebral que lo dejo medio paralítico y es precisamente en esta época cuando, a pesar de sus limitaciones, realiza esos casi 400 grabados para ilustrar los cincuenta libros de Ehon Toyotomi Kunkoki.
A partir del derrame cerebral, la salud de Kuniyoshi fue deteriorándose hasta su fallecimiento, el 14 de abril de 1861, en su casa de Genyadana, a la edad de sesenta y cuatro años.
Hay que resaltar la gran distribución de estos libros por todo el país. Hasta tal punto que fueron publicados en distintas ediciones por 19 editores distintos y distribuidos en librerías no solo de Edo, sino también de Aizu Wkamatsu, Yonezawa, Kanazawa, Nagoya y muchas otras ciudades.
Desde hace años, he estado muy interesado por os libros Ehon, Ehon Toyotomi Kunkoki y en la colección Bujalance se encuentran los 50 ilustrados por Kuniyoshi.
Lo curioso de esta serie es que, en 1975 se editó un volumen en inglés por W. M. Hawley, que recoge las 600 imágenes de los libros con la traducción en inglés de los comentarios que aparecen en el original en japonés.